Seguimos con el progresivo brasilero y vamos con un disco bastante singular, de una excelente y talentosa banda (donde sobresalen un guitarrista, un tecladista y un cantante que la rompen) que canta en inglés y se encasillan en un metal progresivo muy interesante (a no confundir con la banda de rock progresivo italiano Mindflower), con una elaborada diversidad musical que se desplaza a través de muchos géneros diferentes. El enfoque multifacético que te ofrecen es impresionante, coronado con una excelente producción, sus largos temas tienen algo del primer Dream Theater y otro poco de Pain of Salvation, aunque principalmente suenan como a ellos mismos, eso sí, con muchísimas variaciones y es así que hacen un larga duración de 80 minutos que no aburre en ningún momento. Denso, pesado, intrincado, complejo, melódico a veces y muy, muy creativo, este es el tipo de álbum que tienes que escuchar más de dos veces para entender realmente su música. Un disco (el segundo en su discografía) y un